martes, 14 de abril de 2009

Burroughs y los senadores sureños

"Hay constantes fracturas. Hileras íntegras ceden y se derrumban en nubes de óxido, muchachos onanistas que se masturban en lavabos escorados, urinarios de hierro que dejan una estela de exposición indecente, viejos en mecedoras que gritan eslóganes antifluoruro, un senador sureño saca del retrete la gorda cabeza de sapo y con inflexible autoridad rebuzna: «Yo propugno el extremo castigo en la peor forma que haya para cualquier convicto de traficar, transportar, vender o sorprendido de usar la sustancia narcótica conocida como nuez moscada... Quiero decir además que soy amigo sincero de los negros y que comprendo sus sencillas secesidades. Vaya, tengo aquí un buen morenito que me está limpiando el culo»."

La máquina blanda, William Burroughs.