Unos días descubres el Spotify, o te pasas horas muertas sentado en unas escaleras escuchando Sigur Rós, mientras los turistas eslavos te rodean y fingen admirar la Casa de las Conchas. Aprendes una palabra nueva, una declinación latina, o pasas horas muertas enlazando en Wikipedia. Conoces a Jen Foster en el MySpace, o a John Frusciante, o simplemente lees a Haruki Murakami en una biblioteca. Rara vez te encuentras a un coro estadounidense en la Plaza Mayor de una ciudad castellana, pero a veces pasa. Y puede que el mismo día hables de Penélope Cruz en una cafetería con unos amigos, mientras el jazz del hilo musical te hace creer que en realidad tampoco es tan mala actriz...
Pero la realidad es que es mala actriz casi siempre. Y aun así, la vida sigue siendo maravillosa.